Todos los días estamos rodeados de rutinas, por ejemplo comer de desayuno pan con mantequilla, lavarse los dientes, ir a trabajar, entre otros. Las rutinas son esas secuencias de conductas repetitivas en el tiempo, que se hacen sin mucha reflexión y casi automáticamente. En la vida de pareja también creamos rutinas, que pese a lo predecibles que puedan ser, nos dan seguridad de lo que acontecerá.
Socialmente se ha dado un significado negativo al concepto rutina, atribuyéndosele adjetivos de fomedad, tedio y desinterés. Sin embargo, te invito a reflexionar. Todos los días que al desayuno haces lo mismo, te comes ese pan con mantequilla, lo vives como fome?, el ir de camino al trabajo por las mismas calles de todos los días, hace que se afecte tu motivación por ir a trabajar?, o que cuando llegas a casa y haces siempre lo mismo, dejar tu bolso en el sofá, e ir directamente al baño, disminuye tus ganas de llegar a casa?.
Si hilamos finamente las situaciones, vemos que el hacer conductas repetidas y hasta predecibles en el tiempo, NO dan por sí mismas el significado de fomedad, es más, aunque aparentemente hagamos todos los días las mismas cosas, podemos distinguir que cada desayuno es distinto, cada camino de ida o de vuelta del trabajo es distinto, aunque recorramos los mismos itinerarios, cada momento tiene su sabor, sus anécdotas y particularidades que hacen vivirlo como único. Parece que el argumento de la rutina nos ha servido para justificar el que ya no estamos disfrutando en la vida de pareja, y nos impide ver que lo que realmente está pasando, tiene que ver con que nos hemos olvidado del “nosotros”.
Los múltiples roles que desempeñan los mismos protagonistas que componen la pareja, en ocasiones hacen que estos se confundan y se olviden de alimentar el ámbito exclusivo de pareja; creyendo que al alimentar los roles de socios, padres, ministros de economías, compañeros de convivencia entre otros, es suficiente para que el rol de pareja se sienta fortalecido; sin verdaderamente alimentar el “nosotros”, el disfrute mutuo, la complicidad y el humor. Es así donde toma intensidad el “deber” más que el “querer”, este cambio de actitud, es el que le da tedio a la relación, lo que se suma a la inexistencia del nosotros y del espacio que a este se le da. En Renuevo te damos estrategias para guardar los sagrados espacios de pareja y te ayudamos a recuperar el disfrute de tu relación, la pasión y re-encantarte con el otro, valorando que él o la que está a tu lado, todos los días es alguien distinto al de ayer, a quien conocer y con quien encantarte.
wordpress theme by initheme.com
Lunes a Viernes de 08:00 a 20:30 hrs